El peeling químico es un tratamiento de medicina estética cada vez más frecuente. No es de extrañar, ya que tiene propiedades antienvejecimiento, reductoras, purificadoras y aumenta la producción de elastina y colágeno.

Se utiliza para las cicatrices, acné, hiperpigmentación y las arrugas. El tratamiento se aplica con mayor frecuencia a la piel del rostro. Hay varios tipos de peeling químico, y lo mejor es consultar a un profesional a la hora de elegir.

Un peeling químico superficial o de profundidad media puede realizarse incluso en casa. Sin embargo, la relativa facilidad con la que se puede realizar no significa que no sea peligrosa para nuestra salud, ya que, como en cualquier procedimiento de medicina estética, es necesario tener un cuidado especial. Los efectos tras un peeling químico son duraderos y satisfactorios.

Distintos tipos de peeling:
Peeling superficial – en el que se retira la epidermis para eliminar pequeñas arrugas, eliminar el acné y pequeñas manchas.

Peeling de profundidad media: consiste en limpiar la epidermis y la dermis para reducir las arrugas más profundas, las cicatrices de la piel y las hiperpigmentaciones más graves.

Peeling profundo: es un tipo de peeling químico que funciona de la misma manera que el peeling medio-profundo, pero utiliza soluciones químicas más fuertes. Lo recomienda un médico, principalmente para las cicatrices muy profundas y los daños en la piel.